Siendo ella por las calles de New York la conocí en este útimo programa. La eterna rival de Whitney Port, tratando de abrirse su propio espacio en el mundo de la moda.
Debo reconocer que la imagen que mostraron de ella no me gustó, tanto así que hasta el día de hoy sigo sin poder pasarla, creo que no me bajaría ni con un trago de agua bendita.
Las razones, muy simples: manipuladora, egoísta, prepotente y falsa. Puedo cometer el error de estar emitiendo un juicio equivocado, pero así se vendió frente a las cámaras y como no la conozco personalmente, en eso me baso.
Belleza despampanante tampoco se la aprecio, no es horrible pero tampoco es la diosa que se cree. El dinero la ha ayudado a pulir su imagen. Sabemos que eso de la belleza depende de percepciones muy personales, la veo caminando por la calle y no creo que gire a mirarla. ¡Vamos, que no es una Blake Lively! Esa si es bella.
Y a todo esto sumamos una demanda en la que se vio envuelta en 2007 que fue la punta de lanza para colocarla en el centro de la palestra pública, llegando a salir en la portada de New York Magazine, en la cual se alegaba que había escrito cartas a diversas socialités para que la aceptaran en su círculo íntimo de amigos.
Pero... algo bueno ha debido hacer para sobresalir entre todas las socialités. Le reconozco un punto, ha sabido manejarse ante la prensa, ha sabido mercadearse y venderse como fashionista, tanto así que miren cómo me he sentado a escribir sobre su persona, a invertir mi tiempo en ella.
Esta diva moderna que más que una musa para mí es un musú es: OLIVIA PALERMO.
PD: Un musú es un fruto de una planta trepadora utilizado como esponja de baño, por sus beneficios exfoliantes. No es cuestión de semántica, solo de rima ¿o lo es?
No hay comentarios:
Publicar un comentario